martes, 29 de mayo de 2012

TEHMINA DURRANI


Es famosa por haber denunciado en My feudal Lord, un libro honesto, las violencias a las cuales la sometió durante años su marido, con el  consentimiento de su propia familia y del ambiente circundante. Publicado en Italia en 1995 Mi señor feudal fue traducido a más de 26 idiomas. Blasphemy es la historia de relaciones conyugales y familiares impuestas en un clima más bien sofocante como es aquel de las realidades pobres de Pakistán, dominado por los hombres y al cual las mujeres deben por fuerza someterse . Tehmina Durrani valientemente rompió el código de silencio musulmán para denunciar no sólo su drama personal, nada infrecuente, sino corrupciones políticas generalizadas y la sumisión de la mujer al hombre dentro del islam.


Durrani nació en una familia culta e influyente y fue sólo a los 17 años, cuando se casó con Anees Khan, y tuvieron una hijallamada Tania.  Ella se divorció de él en 1976 y luego se casó con Khar, con quien tuvo un romance. En el proceso que tuvo que renunciar a la reclamación de la custodia de su hija.  Era el segundo matrimonio de Durrani y el sexto matrimonio de Khar. Su matrimonio se vio empañado por la aventura de su marido con su hermana y el abuso físico. La pareja finalmente se divorció después de 13 años durante los cuales tuvieron cuatro hijos, Nasiba, Nisha, y Ali Amir Hamza. Después de su divorcio, Durrani escribió su autobiografía llamada Mi Señor Feudal en el año 1991, detallando su matrimonio con Khar, conocido como el "León del Punjab", y mano derecha de Bhutto, así como la hipocresía de la clase elitista y las contradicciones viciado que un pueblo musulmán
 
Durrani fue repudiada por su familia durante los próximos trece años.  En su novela presenta los detalles violentos de su matrimonio, incluyendo el abuso infligido a ella por su poderoso marido, una figura política prominente, lo que lleva a ser prohibido inicialmente en Pakistán. El libro narra cómo venció Khar físicamente Durrani, secuestró a sus hijos, tenía un asunto rompiendo el corazón con su hermano, e incluso la obligó a desnudarse, cuando ella desobedeció sus órdenes. Se argumenta en el libro que el verdadero poder de la feudal terratenientes como Khar se deriva de la versión distorsionada del Islam que es apoyado por el silencio de las mujeres y la sociedad en su conjunto.
 
Tehmina Durrani más tarde se casó con el actual Primer Ministro de Punjab, Mian Shahbaz Sharif. Ella ha conservado su nombre de soltera, debido a la lucha que se tardó en recuperarlo desde el famoso nombre de su matrimonio anterior.  Este fue el tercer matrimonio de ambos Shahbaz Sharif y Tehmina Durrani.
 
 
 
  • Miles de mujeres en la conservadora sociedad de Pakistán sufren brutales abusos, en una cultura dominada por los hombres, en donde los ricos y poderosos del país a menudo parecen actuar con total impunidad.


    Imagen de La violencia contra las mujeres, moneda corriente en Pakistán




    Fakhra Younus, una mujer paquistaní a quién su esposo le arrojó ácido fue sometida a más de tres docenas de operaciones para repararle el cuerpo y el rostro que habían quedado dañados de gravedad hasta que después de 12 años decidió que no valía la pena vivir.

    La mujer de 33 años, que antes era bailarina, fue atacada por quien era su esposo en esa época, un ex legislador e hijo de un prominente político, se suicidó del sexto piso de un edificio en Roma, donde vivía y era sometida a tratamiento.

    Su suicidio el 17 de marzo y el regreso de su cadáver a Pakistán volvieron a provocar indignación por el caso, que fue el centro de gran atención a nivel internacional cuando ocurrió el ataque. Su muerte tiene lugar menos de un mes después que una cineasta paquistaní ganó el primer Oscar del país al mejor documental sobre víctimas de ataques con ácido.

    La historia de Younus destaca el horrible maltrato al que son sometidas muchas mujeres en la conservadora sociedad de Pakistán, en una cultura dominada por los hombres y trae a la mente que los ricos y poderosos del país a menudo parecen actuar con total impunidad. El ex esposo de Younus, Bilal Khar, fue finalmente absuelto, pero muchos creen que se valió de sus relaciones para escapar del peso de la ley, algo muy común en Pakistán.

    Se han reportado de más de 8.500 ataques con ácido, matrimonios forzados y otras formas de violencia contra las mujeres en Pakistán en el 2011, según la Fundación Aurat, una organización que defiende los derechos de la mujer. En vista que el grupo basa su información en publicaciones periodísticas, es probable que el número sea mayor.

    "Lo más triste de todo es que ella se dio cuenta que el sistema en Pakistán nunca iba a darle un alivio o algún remedio", comentó la activista Nayyar Shabana Kiyani, de la Fundación Aurat, refiriéndose a Younus. "Estaba totalmente decepcionada de que no había justicia a su disposición", destacó.

    Younus era una adolescente que trabajaba como bailarina en el distrito rojo de Karachi en el sur de Pakistán cuando conoció a su esposo, el hijo de Ghulam Mustafa Khar, un ex gobernador de Punjab, la más extensa provincia paquistaní. La inusual pareja era la tercera esposa del hijo más joven de Khar. El hombre tenía más de 30 años.

    La pareja estuvo casada por tres años, pero Younus finalmente lo dejó porque él le pegaba y la insultaba. La mujer afirmó que una noche mientras ella dormía el hombre vino a su casa y la bañó con ácido en presencia de su hijo de cinco años, de otro hombre.

    Tehmina Durrani, la ex esposa de Ghulam Mustafa Khar y madrastra de su hijo, se convirtió en defensora de Younus después del ataque, captando la atención internacional sobre el caso. La mujer afirmó que las lesiones sufridas por Younus eran las más graves que había visto en víctimas de ataques con ácido.

    "Muchas veces llegamos a pensar que se iba a morir mientras dormía durante la noche porque su nariz se había derretido y no podía respirar", relató Durrani, quien escribió un libro sobre su propia relación como abusada con el político Khar. "Poníamos una cañita en el orificio de lo que quedaba de su boca porque el resto se había derretido completamente", agregó.

    Señaló que Younus, cuya vida siempre fue difícil, se convirtió en un peso para su familia, a quienes ella siempre había mantenido. "Su vida era un trecho parchado de piedra donde nada crecía", comentó Durrani en una columna del diario The News después del suicidio de Younus.

    El ex esposo de Younus creció en circunstancias opuestamente distintas, en medio de riqueza y poder de una elite feudal paquistaní, y tiene entre sus familiares a la ministra de relaciones exteriores Hina Rabbani Khar, quien es su prima.

    Bilal Khar volvió a negar el ataque con ácido en una entrevista por televisión después de su suicidio, insinuando que otro hombre con su mismo nombre cometió el crimen. Afirmó que Younus se suicidó porque no tenía suficiente dinero, no debido a sus horribles heridas y criticó a los medios periodísticos por acusarlo del asunto.

    "Ustedes deberían tener un poco de consideración", dijo Khar. "Tengo tres hijas y cuando van al colegio la gente se burla de ellas", agregó.

    En febrero, Younus dijo en una de sus últimas entrevistas que los paquistaníes poderosos trataban brutalmente a los ciudadanos comunes y "no sé cómo provocan tanto dolor a la vida de otros".

    Younus se sintió animada cuando el gobierno de Pakistán aprobó una serie de leyes el año pasado en que penalizaba explícitamente los ataques con ácido e indicaba que los atacantes fuesen convictos a un mínimo de 14 años de prisión, dijo Durrani. Ella esperaba regresar algún día para lograr justicia una vez que su salud se estabilizara.

    "Dijo, cuando regrese reabriré el caso y pelearé yo misma, y era una luchadora", agregó Durrani.

    La defensora tuvo que batallar con el ex esposo de Younus y con el gobierno de Pakistán para poder enviarla a Italia, donde el gobierno italiano pagaba por su tratamiento y le daba dinero para vivir y enviar a su hijo a la escuela. Las autoridades paquistaníes alegaban que enviar a Younus a Italia le iba a dar mala reputación al país, relató Durrani.

    Younus se sintió complacida cuando Sharmeen Obaid-Chinoy ganó un Oscar por su documental sobre víctimas de ataques con ácido en febrero, pero le preocupaba haber sido olvidada en vista de que no figuraba en el filme, dijo Durrani.

    Durrani dijo enfáticamente que el caso de Younus debería recordarnos que el gobierno de Pakistán necesita hacer mucho para impedir los ataques con ácido y otras formas de violencia contra las mujeres, y también debería ayudar a las víctimas.

    "Creo que todo este país debería estar sumamente avergonzado de que otra nación haya asumido la responsabilidad de una ciudadana paquistaní durante 13 años porque nosotros no pudimos darle nada, ni justicia, ni seguridad", destacó Durrani.


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