lunes, 4 de junio de 2012

Nabilah al-Zubair

Fadwa Tuqan

Meisún Saker Al-Kasimi

NATHALIE HANDAL


LAS HORAS COLGANTES

Cuando yo me vaya, las ventanas estarán cerradas
el aire en la habitación se hará húmedo, la ciudad ruidosa,
el teléfono no dejará de sonar, la electricidad
será intermitente, el café hervirá
y todo habrá de continuar
Cuando me vaya el cielo se vestirá de azul claro
antes de vestirse de negro, la gente que conozco
sentirá lágrimas fluir de sus ojos a sus manos
antes de secarlas y continuar
La cama que habré de abandonar quedará tibia
el otro cuerpo no sabrá de mi ausencia
hasta el día siguiente, cuando las horas cuelguen
y él se encuentre a sí mismo
en una suave estación, en un lugar salvaje
donde múltiples alientos se congregan en la recámara.


MÚSICAROTA

Tal vez cuando estés listo para la música
todos los instrumentos estarán rotos
Tal vez cuando estés listo para la libertad
tu corazón ya no podrá latir
Tal vez cuando te brote la locura
hallarás lo que debes ver
Tal vez si me muestras
cómo implora el deseo
tocas una canción en mi menor
el lento río de alas
se revelará ante nosotros.
Pero tuvimos que llegar a esto:
Un violín roto
el corazón, irresuelto
una discusión con Jesús o Mahoma
-el exilio tiene sus tácticas.
Ahora tu aliento, una canción desafinada
cojeando alrededor
del despertar de tu boca.


HORAS AZULES
En la hora azul,
llora la negrita, yo me escondo
no para engañar la oscuridad
o a mí misma…
La negrita no está lejos
de donde estoy
sus cejas
su única mano…
Ahora también soy visible, detrás del árbol
tras la noche, tras el llanto
y lo único que quiero saber
es su nombre
y preguntarle:
¿alguna vez has escuchado
tu corazón desvestirse,
has visto un perro perdido a medianoche,
dándote cuenta de que él entiende esta hora
mejor de lo que entendemos cualquier hora?
¿te has visto a ti misma en cada mujer
con tus ojos o en mujeres con ojos
más difíciles que los tuyos?
¿has realmente escuchado tu voz,
haciendo eco en tus pezones?
Ella me ofrece té,
pero terminamos bebiendo café,
intentando sin miedo alcanzar el fondo
de la taza….
ahora, mis dientes están manchados, mi inglés
me falla, mi árabe se disipa
mi español comienza a tener sentido …
ahora estamos en una finca
tal vez estemos seguras,
tal vez no deseemos nada más,
pero no puedo dejar de arrodillarme en oración
cinco veces al día,
mi país viene a mí, me dice:
Compatriota— Siempre te encontraré
sin importar el idioma que hables.






EN BUSCA DE LA MEDIANOCHE

Él besó mis labios a la medianoche
Yo lo permití
Él me quitó la blusa
Yo lo permití
Él me quitó el brassier
y tocó mi seno
Yo lo permití
Él me quitó los pantalones
Yo lo permití
Me quitó mis prendas íntimas
y me miró, de pie
en este cuarto extraño, oscuro
blanco y negro.
… Yo lo permití
Una pequeña luz se desvaneció
en la ventana
vi brevemente
la ciudad donde vivimos,
pero no conocemos…
Luego él se equivoca
al pronunciar mi nombre
y yo lo detengo…
Le pregunto si alguna vez
ha sido exiliado o encarcelado
si alguna vez ha enviado
cartas a una mujer antes
amada pero que jamás
habrá de ver otra vez
si piensa que se puede regresar
a un amante aún si
el amor ya no fuera posible
una segunda vez,
le pregunto si acaso
había asaltado una pequeña tienda de víveres
o robado el pan de un campesino,
o si acaso había cruzado
los mares, costas y montañas
aún incapaz
de llegar…
Él responde:
En mi país, no pronuncié
mi nombre correctamente
y entonces fui torturado,
en la línea del enemigo, no pronuncié
mi nombre correctamente
y fui exiliado
al llegar, no pronuncié
mi nombre correctamente
y me dieron nuevos documentos…
Ya ves. Un corazón que busca la medianoche
es solo un corazón, todo lo demás es igual,
excepto lo que espera el otro …




EL SUEÑO DE MILOS JOVANOVIC


Flota la noche, el mundo se atraganta,
un sorbo de traición atravesado en la garganta …
Camino en el sueño de Milos Jovanovic
descalza
con chanzas risibles bajos mis pies, lágrimas en los bolsillos de mi falda …

Camino en una llana batalla de medianoche, hacia una copa de árbol que cae
una llovizna y su bastón , un recuerdo
un recuerdo atrapado en jazmín y susurros permanentes…
Camino en días de murmurante extrañeza
por columnas de espacio murmurante—
ecos y fantasmas pertenecen al mismo mundo…
Un mundo que se rinde
rindiéndose
ya que las noches flotan
y seguimos recordando…




CORRIENDO


Digamos que
tomaste sal marina
y la colocaste en mis labios
Digamos que
hacia el mediodía me dijiste que tu
célebre letra no fue escrita por ti
Digamos que
tu corazón sangra en mis manos
y pronuncias el nombre de otra
mientras estás adentro
Digamos que me muestras tus ojos peligrosos
tu sonrisa dura
Digamos que me traes el aroma de la lujuria
y dejas que el sol descienda entre tus piernas
sería eso suficiente
o no es más extraño el amor.






LAS VIDAS DE LA LLUVIA


El viejo chino
en la tienda de alimentos naturales
en la 98 con Broadway me dice
que la lluvia tiene muchas vidas.
Me pregunto si le dice a todo el mundo
lo mismo o si esto es algo
sólo entre los dos, me pregunto si ha luchado en alguna guerra,
matado a alguien, me pregunto si se ha enamorado,
si ha perdido una casa, su acento, perdido una esposa o
un hijo en la lluvia, me pregunto si llama a la
lluvia mientras revuelve su sopa del día,
me pregunto qué oculta su tela de seda—
arroz, pinturas, tal vez recuerdos de lluvia.
La lluvia, me dice, lleva rumores de los muertos,
de aquéllos con valijas y epidemias.
La lluvia lleva el recuerdo de sequías,
de casas que ya no están, la lluvia como los amantes
va y viene, como los soldados se van
y a veces retornan a una vida
ya no de pie.
El chino espera que yo pregunte—
quién sabe realmente por cuántas vidas más.





ESCUCHA, ESTA NOCHE


a las hojas murmurando
en los campos amarillos
a las dolencias de un campesino
el dolor de un niño abandonado
mira a Tiberia disfrazada en sombras
en las minúsculas pisadas de las estrellas
siente el toque hambriento de un mendigo
y responde por qué fingimos -
cuando medimos la tierra
y no había espacio para los dos




ESTA NOCHE


el agua alcanzará
el borde del vaso mas no
se permitirá rebosarlo
la violencia explotará y los horrores
se atarán a
cada árbol desnudo
esta noche oiremos discursos
ordenándonos abrir nuestras piernas
a escandalizar como meretrices
esta noche veremos
cinturas tatuadas y kalashnikovs
en los maleteros de los autos
recuerdos paralizados y
revoluciones tras
la puerta de cada casa
veremos paisajes rojos,
piedras de luz, plumas ligeras meciéndose
en el paisaje nocturno
y las arrugas se multiplicarán
en nuestros rostros esta noche mientras cada
muerto se alza de su tumba
esta noche los exiliados, inmigrantes, refugiados
serán atrapados en pájaros cantores,
el asfalto cuarteado recitará viejos versos
esta noche escucharemos las grietas de historias
los gritos de los estrangulados
por la noche en la noche
escucharemos el anhelo
de tardes púrpura
bajo el manto de dios
esta noche el amor será difícil.






UNE SEULE NUIT A MARRAKECH



El aire ha perdido el aroma de jazmín.
Un té ensombrecido llena el cielo.
Esta noche en Marrakech, sólo mariposas blancas
dejan manchas en las sombras.
Miro una joven cepillarse el cabello,
trenzar el día de su boda y observar viejos congregándose
en los limoneros, escuchando canciones andaluzas
repitiendo, Hel’lou, qu’elle belle musique.
Caballeros apuestos beben café
en pequeñas tazas, un aroma dibujando el mapa
de su patria, piedras y cerámica
azul oscura, azul claro, turquesa…
Es primavera pero regreso a mi habitación de hotel,
enciendo mi linterna, como pastel de miel, kab el ghzal,
bebo té de menta, después arak,
miro las luces atenuarse contra mis pies descalzos,
comienzo a contar y pierdo la cuenta
de la forma salvaje de la oscuridad,
las marionetas y juegos de guerra,
lozas ocultando las sombras
de aquéllos que ya no quiero ver,
y los abayas amontonándose al lado de mi cama.





MEDIANOCHE A LA LUZ DE LA LUNA



El camino tiene siete círculos de sol dibujados en su pecho.
Eso es lo que ocurre cuando perdemos el enfoque.
Nos hallamos en un lugar que odiaremos recordar.
Se trata sólo de ausencia.
Esa celda de acero que llevamos adentro.
Tal vez tenga que ver con la noche engullendo
Lo que dejamos del deseo sobre pañuelos negros.
Mientras nuestras mentes conducen los escombros de perros muertos
pasamos las ventanas del infierno:
mujeres con una sola pierna desnudas bajo luces rojas,
una habitación moldeada con muertas flores de amargón,
un ángel con el corazón a su lado,
una doncella con el cabello cortado.
En una medianoche abandonada por la luna,
nos decimos que no estamos destinados saberlo todo,
sólo a creer que no sabemos.










MURO CONTRA NUESTRO ALIENTO




Cada día una hora más cruel -
la esgrima de corazones apenas palpitando,
el pálpito de hojas en nuestros jardines secos
el calor en Gaza en Jericó
manteniendo sueños que jamás tuvimos tiempo de recordar
una anciana intentando revivir
cualquier fantasía posible, otra
pensando en su esposo
perdido en lo inimaginable
hombres sobre alambres de púas que dejan
de responder cuando gritamos sus nombres
demasiado atareados- intentando cruzar el punto de inspección,
los soldados el día la noche
mientras otros beben té, hablan de toques de queda
las mujeres, los niños que enterraron
mientras una madre pregunta
qué le dirá al niño que lleva adentro
que ella desearía que no viniera
Somos testigos del octubre en llamas,
y cada mes siguiente,
es igual, las calles
por las que caminamos nos recuerdan
quiénes somos y lo que ellos
jamás harán de nosotros…
retratos humanos en esquinas
que olvidamos mirar u olvidamos alcanzar …
fotografías pegadas en muros como si
pertenecieran a ninguna parte
un novio y una novia forzados a casarse
en cualquier lugar menos donde era debido,
y aún así, seguimos preguntando:
cuál victoria apaga las velas
cuál mar habla de otro mar
Aún si levantan el muro
más allá de nuestro alcance
sólo conocemos un hogar
aún si cada vez tomamos rutas distintas
los árboles nos guían el viento nos guía
el sol y la luna nos guían
y cuando llegamos hallamos los libros
que no podemos dejar de leer, los bordados
hechos por los refugiados, la cocina
donde vivimos nuestras vidas—
una propuesta de matrimonio una muerte un nacimiento—
y cada día mientras colamos nuestro café
nos saludamos adecuadamente
y expulsamos el muro de nuestro aliento






EL GUERRERO


Era miércoles, lo recuerdo. Tal vez era jueves. Yo había llegado temprano, suficientemente temprano para beber un buen vino sola con un hombre que pensaba todos debíamos temer y por un segundo lo olvidé. Luego ellos llegaron. Nada en mí había cambiado, incluso después del vino, incluso después de que vi una cabra y un cadáver abiertos de un tajo, uno al lado del otro. Algunos dicen que este lugar está maldito, cada gota de agua hunde la tierra. Cuán extrañas las cosas que pensamos en momentos como éste— ¿Era yo una extraña para el amante que vio mis curvas y cicatrices, los besó y luego durmió como un desertor? Cuán extraño lo que se nos ocurre en las sombras oníricas de Dios—los niños que un día viste en Nablus o Ramallah, que te dijeron la hora en que los dátiles crecerán en Palestina. Luego ellos llegaron. Anunciaron—ella murió ayer, pero había oído que murió hace un año, luego esa noche supe que morirá mañana. Y luego lo escuché decir, Cállate, sólo hay una manera de librar una guerra. Conviértete en el otro. Cruzo mis piernas y deshago su rostro intentando hallar una forma de recordar este momento de manera diferente.

Traducciones de Beverly Pérez Rego


Nathalie Handal De sangre palestina y libanesa, nació en Haití en 1969. Es una galardonada poeta, escritora de obras de teatro y de narrativa, quien ha vivido en Europa, Estados Unidos, el Caribe, Latinoamérica y el mundo Árabe. Es autora de los libros The Neverfield y Las Vidas de la Lluvia, así como, dos CDs de poesía, Habitaciones Viajeras (finalista del Premio Agnes Lynch y ganador del Premio Menada) y Hechizo. Es editora de La Poesía de Mujeres Árabes: Una Antología Contemporánea (Best Seller de la Academia de Poetas Americanos y ganador del Premio Pen Oakland/Josephine Miles) y es coeditora de Lenguaje Para Un Nuevo Siglo: Poesía Contemporánea del Medio Oriente, Asia y Más Allá (Norton, 2008). Su trabajo ha sido traducido en más de quince idiomas y ha sido destacado en NPR, PBS Radio, The New York Times, The San Francisco Chronicle, Reuters, Mail & Guardian, The Jordan Times, e Il Piccolo. A su poesía se le han compuesto arreglos musicales y ha sido presentada en lugares como el Lincoln Center, y en numerosas galerías y exhibiciones itinerantes, más recientemente en la Galería Glass Curtain de Chicago. Handal ha estado involucrada como escritora, directora y/o productora en más de veinte producciones de teatro y cine.

miércoles, 30 de mayo de 2012

JANATA BENNUNA






Nacida en Fez, 1940 en el seno de una familia nacionalista, a los cuatro años comenzó sus estudios en la escuela Ben Kiran perteneciente al Istiqlal; desde la infancia mantuvo un vínculo casi filial, con el fundador de dicho partido, Allal al-Fasi, quien le prologó su segunda obra en 1968. Tras conseguir el certificado de estudios primarios, ingresa en la sección femenina de al-Qarawiyyin, donde adquiere el dominio de la lengua árabe. En 1956 ingresa en la Escuela de Magisterio de Fez y en 1961 en la Escuela Superior Iraquí de Casablanca (una rama de la Facultad de Letras de Bagdad), donde obtiene la licenciatura en Historia y Geografía, en 1964. Desde esa fecha hasta 1969 reside en Fez, donde en 1965 funda la primera revista femenina de Marruecos, Shuruq. Sobre los dieciséis años, realiza su primera visita a Oriente con su familia. Tras la peregrinación a La Meca, visitan Cisjordania. Pudo contemplar con sus propios ojos la amarga realidad del pueblo palestino, este hecho le marcará para siempre. En 1967, formando parte de una delegación de la Unión de Escritores Marroquíes (a la que pertenece desde 1966), realiza su segunda visita a Palestina, momento crucial para la región y para el resto del mundo árabe, también lo será para Janata Bennuna, puesto que a partir de entonces comienza su andadura literaria, marcada por la imperiosa necesidad de narrar todo aquello que había presenciado.
Durante varios años, se sumerge en una profunda crisis anímica y no publica ninguna obra. En 1969 se hace cargo de la dirección del Instituto de Segunda Enseñanza femenino Wallada de Casablanca y en 1972 contrae matrimonio con el también escritor marroquí Ahmad al-Madini (Berrechid, 1948), esta experiencia fracasa en 1974. En 1982, cuando el  Líbano fue invadido y su capital, Beirut, fue cercada por los israelíes, se produce una nueva interrupción en su actividad literaria a causa de otra crisis . Por fin, en 1987, retoma la escritura y nacen varias colecciones de cuentos, las últimas fueron publicadas en 1991.

OBRAS:

  • ¡Abajo el silencio! (1967).
  • El fuego y la elección (1968).
  • La imagen y la voz (1975).
  • La tempestad (1979).
  • El mañana y la cólera( 1981).
  • El silencio elocuente (1987).
  • El espejo acusador. Retrato de una mujer marroquí (1991).
  • Escenas marroquíes. Visión social de los sesenta a través de dos narradoras: Janata Bennuna y Rafiqat al-Tabia (1991). 







"¡Lluvia!, ¿Dónde estás? ¿Es posible que esta estremecida llamada pueda hacer desaparecer una injusticia..., ésta que se encuentra aquí: en la jarra, en la estera y sobre los desconchones de los muros...?
Pidió mi hija:
-Dame pan
Levanté los ojos, mis ojos, hacia las nubes prometedoras; a continuación bajaron hacia el pañuelo sucio y descuidado que yacía en el mohoso rincón y respondí:
-Tu padre volverá con la harina.
-Pero él se ha retrasado
-Tal vez, a cambio, traiga pan.
“En el último acuerdo recibimos un millón cuatrocientos mil quintales de harina...y...”-prosiguió el locutor..
-Quiero comer-insistió la niña
Yo me decía a mi misma:-¡Un millón cuatrocientos mil quintales de harina!. Es una cantidad enorme..., suficiente para esta calleja que tiene hambre. Pero ¿con qué pagaremos?”.
Y continué preguntándome:-“Aquellos que los han recibido ¿Cuánto habrán pagado a cambio,honor, patrio o principios?."


Fragmento del cuento ¡Lluvia¡ ¿Dónde estás?, de Janata Bennuna




La narrativa de Janata Bennuna se desarrolla en torno a dos polos básicos: el rechazo y la identidad que a menudo se presentan al unísono, tanto en relatos de contenido patriótico y nacional, como aquellos que lo tienen social y personal. Uno de los ejes de su escritura, lo constituye la mujer burguesa intelectual marroquí en el seno de una sociedad en la que impera el varón. La sociedad y la familia cooperan para conseguir su sometimiento utilizando una serie de clichés históricos que tienden a reprimir su propia identidad y justifican su supeditación mediante razones de orden político, social y tradicional que partiendo de la divergencia sexual, determinan las funciones correspondientes a cada sexo. Subyacen en la narrativa de Bennuna cuestiones cruciales que atañen a la mujer árabe, en el ámbito de su personalidad, su identidad y su sexualidad constantemente reducidas, empobrecidas y negadas hasta en el marco del matrimonio, al pender sobre ella la amenaza de la repudiación o de que el marido tome una nueva esposa. Con el objetivo de desactivar cualquier peligro, la mujer está pronta a todo tipo de concesiones.

NAWAL EL-SAADAWI






“En la cárcel escribí “Memoria de la cárcel de mujeres”
en papel de váter y con el lápiz de cejas de una amable prostituta compañera de celda”


Es una prolífica y activísima escritora, ensayista, médica, feminista y orgullosa opositora del gobierno egipcio. Su lucha le ha costado la cárcel, amenazas, la prohibición de sus libros y el exilio. Su producción es tanta y tal que seria imposible resumirla aquí. Los invitamos a visitar su sitio web, http://www.nawalsaadawi.net/, que contiene una lista completa de sus obras. Su obra más famosa en Italia es "Woman at point zero". Es la verdadera historia de una mujer egipcia condenada a muerte que Nawal recogió en la cárcel antes de la ejecución. Es el retrato honesto y despiadado de una mujer empujada a la prostitución y luego al asesinato para defender su derecho a la vida y a la libertad en un mundo dominado por las reglas sociales y religiosas .


Nawal un mito en la lucha de la mujer árabe por sus derechos. Estudió medicina y psiquiatría en su país y narra su increíble vida en “Prueba de fuego” de Ediciones del Bronce. Se ha convertido en un símbolo de la lucha contra el patriarcado, el sistema establecido y el capitalismo en un mundo cerrado como es el universo musulmán. Es una mujer que derrocha vida y rebeldía por donde va: y es que parafraseando a Alberoni, si enamorarse es pura rebeldía, cada rebelión es un acto de amor. En este caso, de amor por la libertad y los derechos de la mujer.

La verdad es que su energía es contagiosa. En la entrevista de La Contra “Hay que tener valor para cuestionarlo todo”, nos cuenta que la han metido en la cárcel dos presidentes de su país por opinar diferente, que se divorció de uno de sus maridos porque le dio a elegir entre sus libros y él…

Un espíritu libre.



1. 


Jamás en su vida se había enfadado con su padre, ni con su hermano, ni con su marido. Cuando éste le pegaba pareciendo querer matarla y decidía ella irse a casa de su padre, él la devolvía a su marido, y si se escapaba de nuevo, era entonces su padre quien le pegaba, haciéndola regresar otra vez con el marido, quien, si no la echaba de casa, le pegaba. Y cuando recurría a su madre, ésta le decía: Vuelve , Zineb, que al final de esta vida gozarás del paraíso.


Extracto de En el Paraíso no hay sitio para ella, de Nawal El-Saadawi



2. 


Todo en nuestro país esta en manos del estado...
por leyes conocidas u ocultas, por la tradición
o por el miedo establecido y enraizado en la autoridad gobernante.




3.


No hay nada que pueda vencer a la muerte
más que la escritura.




4.


No quiero nada. No espero nada. No le temo a nada. Por lo tanto, soy libre. Durante nuestra vida, son los deseos, las esperanzas, los miedos los que nos esclavizan.












martes, 29 de mayo de 2012

HANAN AL-SHAYKH




Nació en Beirut, estudió en El Cairo, vivió en Arabia Saudita y actualmente vive en Londres. Su vasta producción tiene como temas principales el rol de las mujeres en la sociedad, la relación entre los sexos, el matrimonio. De sus novelas Beirut Blues, una novela epistolar, construida sobre diez cartas escritas durante la guerra civil del Líbano por Asmahan, una mujer musulmana, que habla a personas y lugares. Son cartas que reflejan la desesperación de un pueblo pero también la resistencia de su espíritu y su esperanza . Su obra literaria ha sido traducida en dieciseis idiomas. Sus novelas han publicado gran indignación y han sido prohibidas en muchos países arabes porque denuncian una sociedad cerrada y tradicional, la opresión sexual de las mujeres, los tabúes religiosos y la política.

Obras:
Suicide of a Dead Man, 1970
The Devil's Horse, 1975
The Story of Zahra, 1980
The Persian Carpet in Arabic Short Stories, 1983
Scent of a Gazelle, 1988
Mail from Beirut, 1992
I Sweep the Sun Off Rooftops, 1994